Teófila Fernández de 41 años, con tres hijos, de Paraguay, murió el pasado 12 de marzo a consecuencia de un accidente laboral al caer de un décimo piso cuando estaba limpiando las ventanas de una vivienda de Santurtzi.
La trabajadora había sido contratada por medio de una Agencia privada de colocación JUNCAL, de Portugalete, que no la tenía dada de alta en la Seguridad Social. Llevaba años trabajando sin papeles en el cuidado de personas de edad avanzada.
La falta de control de la actividad de las agencias, la falta de derechos de quienes se dedican al trabajo doméstico y la hipocresía de la Ley de Extranjería se combinan en esta muerte.
La Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia sacó a la luz pública este hecho, que hasta días después y gracias a su iniciativa, no había sido recogido en ningún medio de comunicación.