Milagros Villamarín | Al término de este año el Fondo de Solidaridad Internacional de la HOAC (FSI) habrá destinado cerca de 70.000 euros en apoyo a la organización, sensibilización y formación de diversas organizaciones de trabajadores en países del Sur. La cooperación solicitada por estas mismas entidades y otras nuevas para el 2018 ascienden a los 95.000 euros.

Por el momento ya se ha aprobado destinar casi 40.000 euros de lo solicitado. En la medida en que los proyectos cumplan con los requisitos establecidos y se reúnan los recursos económicos necesarios ser irán dando satisfacción a las peticiones que han llegado al FSI.

Esta herramienta de solidaridad con las personas trabajadoras de las regiones en desarrollo se financia con el 0,7% de los presupuestos que sufragan el funcionamiento general de la HOAC, las aportaciones finalistas de sus militantes y diócesis y las colaboraciones institucionales e individuales de quienes quieren contribuir voluntariamente.

En el ejercicio que concluye ahora se han sostenido 13 proyectos, tres de ámbito mundial relacionados con la coordinación del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) y la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia a través de vídeos elaborados por la productora «Cinco panes», y ocho repartidos por América Latina, África y Asia.

El MMTC, que recibió por una parte 20.000 euros en apoyo a su asamblea mundial y a uno de sus seminarios regionales, ambas citas celebradas en Ávila, así como otros 8.000 euros en apoyo a la difusión de Noticias Obreras y de las publicaciones de la organización internacional entre los militantes de las entidades afiliadas ha sido el principal beneficiario de la labor del FSI en 2017. Por continentes, América Latina es el que cuenta con más proyectos financiados. En concreto, en Bolivia, Colombia, Guatemala, Cuba y Brasil. Las mujeres y los jóvenes han sido dos de los colectivos más beneficiados de la cooperación con la HOAC. Todos los proyectos tienen en común el empeño por mejorar la estructura de organizaciones de trabajadores, su conciencia social y religiosa y su liderazgo a través de la formación.

El Movimiento de Trabajadores Cristianos de India contó con 2.300 euros del FSI para mejorar la capacidad de liderazgo básico de unas 1.200 mujeres de 40 diócesis con el objetivo final de organizar grupos de autoayuda para la búsqueda de alternativas de autoempleo.

Para el próximo año está previsto seguir apoyando ocho proyectos de ámbito nacional en tres continentes diferentes (Colombia, Bolivia, Guatemala, Brasil, Cuba, Togo e India) y uno de ámbito mundial (MMTC). En algunos casos, la colaboración está comprometida también para el año 2019.

La HOAC quiere agradecer tanto a las entidades que confían en ella para establecer la colaboración financiera como a los militantes, diócesis, instituciones y personas que dedican parte de sus recursos económicos a reforzar la solidaridad entre las personas trabajadoras de diferentes partes del mundo.

Animando la organización de trabajadores de la zona franca de Togo

El MTC de Togo está animando la organización de los trabajadores de la zona franca industrial de exportación que cuenta con 57 empresas activas y 32 empresas en proceso de instalación y emplea a cerca de 9.000 trabajadores que en la práctica tienen realmente difícil hacer valer sus derechos. En junio de este año la afiliada del MMTC organizó un seminario cerca del aeropuerto de Lomé-Tokoin, denominado «Solidaridad y acción para un trabajo decente».

En él participaron 24 personas, entre ellas 6 mujeres, venidas de diferentes fábricas, que pudieron tomar conciencia de sus realidades, conocer mejor sus derechos y deberes y detectar las carencias para interpretar los textos legales que regulan la actividad en la zona, así como valorar la importancia de los sindicatos en la defensa de la dignidad de los trabajadores.

Algunos de los problemas de los trabajadores detectados por los participantes fueron las muertes en el puesto de trabajo, la precariedad en el empleo, la miseria en los hogares y la incapacidad de hacer frente a las necesidades de la familia, el escaso poder adquisitivo.

Como resultado de las tareas realizadas en los dos días que duró el seminario, se constituyó un comité de acción interempresas para favorecer los acuerdos y compartir las reflexiones y la información sobre lo que sucede en cada fábrica. Este comité está compuesto por nueve miembros de los cuales cuatro son mujeres.

El MTC de Togo se define como un movimiento de acción y de compromiso, acción apostólica y social hacia los más alejados de Cristo, los más amenazados en su fe o los más despojados de su esperanza humana. Es un movimiento de educación y de formación, es también un movimiento de evangelización a través de la acción. Actualmente, ha logrado mantener contactos con las empresas y las fábricas de la zona franca.