Con la celebración del Día de la HOAC finaliza también la campaña «Trabajo digno para una sociedad decente». Este ha sido el compromiso que ha alentado el actuar de este movimiento de Acción Católica especializada y de sus militantes durante los dos últimos años, coincidiendo con el fin oficial de la Gran Recesión, que ha dejado a millones de trabajadores y trabajadoras en situación de pobreza laboral y de exclusión social. La desigualdad y la vulnerabilidad han seguido siendo inmunes al crecimiento económico. De ahí que la defensa de un trabajo a la altura de la dignidad humana, con salarios justos, en condiciones de seguridad y compatible con el descanso y el desarrollo personal, familiar y espiritual sea una prioridad para la HOAC.

Las líneas maestras de la política económica, los Presupuestos Generales del Estado, junto con la última reforma laboral siguen promoviendo un modelo económico que se sustenta en el empleo inestable, a tiempo parcial no voluntario, con horarios irregulares, con bajos salarios y derechos menguantes. Seguimos lejos de una economía respetuosa con las personas y con el medio ambiente, al servicio del bien común; y de unos servicios y prestaciones públicos que atiendan las necesidades sociales.

La HOAC va a seguir apostando por acompañar la vida de las personas y colaborar con ellas a que se den las condiciones para que podamos vivir nuestra humanidad de manera plena. A colaborar a un cambio de mentalidad y en las instituciones para que estén mucho más al servicio de las necesidades de las personas, en particular de las empobrecidas. Y ayudar a construir experiencias alternativas en la forma de ser y de trabajar. ¿Te sumas?

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