Organizado por la HOAC de Bizkaia, el martes (al sol) 30 de mayo en Barria-Bilbao de 7 a 9 de la tarde, participaron 46 personas diversas y plurales: mujeres y hombre, solteros y con pareja, con compromiso estable o fidelizada su relación, con y sin hijos, del mundo de la enseñanza, sanidad, gerocultora, con dependientes a cargo, sindicalistas, políticos, asistentas sociales, psicoterapeutas, jubilados, parados, mundo asociativo, ONG… gente de iglesia, cristianos y no creyentes.

El valor de este encuentro: una reunión de Iglesia, haciendo Iglesia desde el compromiso, desde el acompañar, desde la vivencia, desde los valores, desde la militancia,… acompañados por Bego Cerrato (militante de la HOAC) abordamos un diálogo donde todos participamos y los políticos nos acompañaron. Nos juntamos para hablar de FAMILIA, unidad convivencia, de personas… Sacramento, conflicto, escuela…

Partimos de una sociedad liquida/gaseosa en la que estamos inmersos todos, de una valoración positiva de las relaciones convivenciales y en una Iglesia minoridad (decreciendo). Ahí constatamos el cuestionamiento de la institución del matrimonio como valor y al mismo tiempo constatábamos lo importante de “fidelizar” las relaciones en un mundo de flexibilización de los afectos y los vínculos. La estabilidad relacional, produce relaciones familiares gratificantes (en la zona del mediterráneo se valora mucho).

Abordamos el tema de las economía reproductiva y de cuidado de mayores-dependientes que genera valor y valores. Nos solo es productivo el trabajo/empleo externalizado, sino que se demanda unas políticas que favorezcan otras “economías” de lo reproductivo y cuidado. Nosotros somos agentes sociales en el sindicato, en los partidos, asociaciones donde tenemos que tomar conciencia de que somos “sujetos transformadores”.

La violencia intrafamiliar es una realidad emergente que produce víctimas y con rostros concretos (mujer y niños). Y ahí hay que ser “faro” para detectar, acompañar y sanar.

Un encuentro de Iglesia y vida pública. Un encuentro de diálogo y de poner en valor la necesidad de trabajar en la sociedad civil (no solo en la escuela) la parientalidad. Ahí, cada uno se busca la vida…. y tenemos que crear espacios civiles adultos donde se pueda explicar el proyecto de pareja, el sentido que damos a la relaciones de pareja, familiares, y sociales.

Como militantes de la HOAC la familia obrera es una realidad convivencia a cuidar, donde todos podemos intentar manipular e incluso utilizar como arma arromadiza o de confrontación política. Familia nos habla de realidad relacional que evoluciona, cambia… pero que es escuela, referencia y dadora de sentido. Salir a las periferias y también periferias existenciales/relacionales es nuestra tarea como militantes cristianos (transformar y poner en valor lo que tanto se ama y expresa).

Como HOAC de Bizkaia tenemos que preguntarnos este tema de la familia y familia obrera como configura nuestra militancia, como lo visibilizamos en nuestro quehacer apostolico comunitario y en nuestro proyecto evangelizador.

Fue un “encuentro”. Un “gracias” por el regalo.