Mi primer gesto para ser cristiano es abandonar radicalmente (no solo de palabra, sino en verdad) mi puesto de centro del Universo para colocar en él al único que puede ocuparlo: al Señor Jesús (Rovirosa, La virtud de escuchar. OC, T.II. 119).
Ver más oraciones aquí.
Para saber cómo bajar este documento, imprimir, etc. ver: