El pasado 27 de junio llegaron al Centro Edén, dependiente de la Dirección General de Niños, Jóvenes y Familia del gobierno hondureño, de San Pedro Sula (Honduras), siete autobuses con 155 menores de edad y 99 adultos, la mayoría mujeres. Son personas deportadas por el gobierno de México. En el último año llegaron a este centro más de 4.000 niños y niñas deportados.
Son personas que han intentado llegar desde Centroamérica a Estados Unidos y no lo han logrado. Para ellos es una gran decepción y muchos lo volverán a intentar porque viven en constante peligro a causa de la violencia de las pandillas que abundan en América Central. Busca, simplemente, sobrevivir. Es un drama cotidiano. Según el Movimiento Migrante Mesoamericano, se está viviendo una auténtica emergencia humanitaria con estas migraciones; y la única respuesta de gobiernos como el estadounidense y el mexicano es blindar más las fronteras y aumentar las deportaciones.
Noticia publicada en NN.OO. nº 1.562 de agosto de 2014.